Por que todos deberiamos atragantarnos de vez en cuanto con las palabras para dejarlas salir aunque sea escupiendolas

jueves, 10 de mayo de 2012

Y entonces, quise ser dios...

Cruce un desierto donde un sol rojo dejaba los huesos en blanco cuando tenian suficiente tiempo debajo, los mios todavia estaban cubiertos de carne, poca y no se por cuanto, pero todavia no era la hora de entregarle mis huesos al desierto que todo lo devora.

Antes del desierto viaje en una pequeña embarcacion que recorria todas las costas y a veces, al segui a la luna sobre el mar, perdi de vista la costa por dias, semanas, meses, y a mis pies se extendia el infinito y en el horizonte la eternidad parecia estirarse hasta alcanzarme, y en el cielo solo la oscuridad me guiaba.

Escale montañas tan altas que arañaban el cielo com si fueran las garras de gigantes hace mucho muertos, cubiertas por capas y capas de hielo y nieve, donde el simple aire golpeaba con tal fuerza que podia desgarrar la carne como si estuviera formado de navajas, el suelo formado por estacas de hielo y alrededor solo el vacio en blanco de la nada para absorberme al menor descuido.

y ahora me propongo atravesar el vacio, la obscuridad absoluta, la nada que no contiene luz ni sonido y cuando regrese, si regreso, sera que de forma al mundo a mi imagen y semejanza...